El Glaucoma Pseudoexfoliativo: «No me chilles que no te veo»
Emulando a mi buen amigo y blogger el Dr. Javier González de Dios, con esa habilidad que tiene para unir Cine y Pediatría (pediatría basada en pruebas), el título del post de hoy corresponde a una comedia americana ya con unos años a las espaldas, en la que los actores Richard Prior y Gene Wilder caracterizan a una persona sorda y otra ciega que se complementan para descubrir a un asesino. Aunque el argumento no tiene que ver con el post, sí que se relacióna por tratar una enfermedad que pueden afectar a dos de los sentidos principales: la visión y la audición.
El glaucoma pseudoexfoliativo es relativamente frecuente en nuestro entorno (un 20% o más de los glaucomas de ángulo abierto son de este tipo) y aunque es bien conocido en cuanto al mecanismo por el que se produce el aumento de la presión intraocular: el acúmulo de unas proteínas que se depositan en la malla trabecular y en el canal de Schlemm (el drenaje del humor acuoso del ojo), se desconoce porqué se producen esas proteínas.
Estas proteínas son visibles como unas escamas o “caspilla” que se depositan no solo en el canal de Schlemm, sino también en la cápsula del cristalino, en la superficie del iris y en otras estructuras intraoculares. Como consecuencia de las mismas, no solo puede aumentar la presión intraocular y producirse un glaucoma (normalmente más agresivo que un glaucoma primario de ángulo abierto), sino también puede producir mayor frecuencia de cataratas, disminución de la apertura del iris, y debilidad de la zónula (fibras que mantienen el cristalino en su lugar).
Todo ello puede hacer que la cirugía de cataratas en estos pacientes sea mucho más compleja, y con mayor riesgo de una luxación del cristalino al vítreo, lo que dificulta la extracción de la catarata y el implante de una lente intraocular.
Y la pregunta que os haréis ahora es qué tiene que ver todo esto con el título del post… pues se debe a una curiosa asociación de la pseudoexfoliación con la presencia de sordera neurosensorial, por afectación del oido interno. Por lo que se conoce de la enfermedad, el depósito de esta proteína no solo se produce a nivel del ojo, sino también en otros órganos del cuerpo, entre ellos el oído, y aunque de este tema mi amiga Aurora (Blog: Otoblog) sabe muchísimo más que yo, voy a intentar explicaros que es lo que ocurre cuando se produce la afectación auditiva: parece ser (aunque no está demostrado) que las proteínas de la pseudoexfoliación se depositan en el interior del órgano de Corti, responsable de la audición, produciendo alteraciones en la vibración de los mecanoreceptores, y deteriorando la audición fina (la del habla). También hay otra teoría vascular por la cual las proteínas impedirían un adecuado riego sanguíneo del oido interno. Por ello el paciente puede presentar ambas discapacidades, visual y auditiva.
Por lo visto estas proteínas también se depositan en otros lugares del cuerpo, entre ellos las arterias, por lo que el riesgo de sufrir una isquemia del corazón también está aumentado en estos pacientes. También en el hígado, pulmón, útero, etc… con lo que no se trata de un problema local del ojo, sino de algo sistémico que deberíamos investigar y conocer más.
Quizá la solución de esta enfermedad no sea tratar el aumento de la presión intraocular o la disminución de audición, sino evitar que se produzca el depósito de las proteínas, bien con medicamentos o alterando el fallo genético que produce el problema. Sin embargo, la medicina de hoy no tiene aún esta capacidad, y nos tendremos que conformar con tratar la consecuencia del problema, ya que no podemos eliminar la causa.
Hasta el próximo post….
@drbelda
Estupendo post.