- Especialista en glaucoma

Parece que fue ayer, pero hace ya 20 años de mi elección de plaza MIR para hacer la especialidad, y aunque recuerdo ese momento con mucho cariño y nostalgia, también con el paso del tiempo creo que las reflexiones que hice en su momento de donde realizar mi formación especializada no son las que tendría en cuenta hoy.

Pruebas de acceso MIR (Médico Interno Residente)

Para centrarnos y para el que desconozca el sistema de formación de especialistas en nuestro país: el MIR es un Médico Interno Residente (lo de residente se aplicaba más a nuestra época, en la que prácticamente “residíamos” en el hospital… alguno literalmente).

Para acceder a una de estas plazas de formación los médicos recién terminada la carrera deben preparar un examen nacional que, junto con la media de su expediente académico les proporciona un número de orden, y les permite elegir la especialidad que quieren realizar y el lugar donde hacerla. Los hospitales acreditados “ofertan” plazas de formación, y estas se van eligiendo según el orden de los aprobados…. o sea, el primero tiene todas las opciones, el segundo tiene todas excepto la que ha elegido el primero, y así sucesivamente hasta que se acaban las plazas.

El sistema tiene el inconveniente de que si tu querías ser cardiólogo y tu número no te da, pues igual acabas siendo traumatólogo. En este caso puede ocurrir que acabe gustándote la especialidad (al fin y al cabo, a los médicos les gusta la medicina) o bien que no te acabe de convencer y te vuelvas a presentar otra vez hasta conseguir la especialidad deseada.

Pues bien, aquí quería llegar yo… cuales son las motivaciones para elegir una u otra especialidad u hospital, y para ello algunos ejemplos:

* “Me pilla más cerca de casa”: El entorno familiar, personal, amistades, etc… se tienen muy en consideración a la hora de decidir el centro y la especialidad, pero puede condicionar que elijamos algo que no nos gusta solo por este motivo.

Hospital de Torrevieja en Alicante

* “Esta especialidad tiene mucha salida laboral”: en determinados momentos una especialidad puede parecer atractiva porque los que acaban la residencia consiguen trabajo rápidamente. Si tenemos en cuenta que el MIR dura entre 4 y 5 años y que el entorno laboral y social puede cambiar radicalmente en ese tiempo, no creo que esta razón deba ser decisiva a la hora de elegir una especialidad (como ejemplo lo que está ocurriendo en esta crisis, que está dejando a muchos especialistas sin trabajo y volviéndose a presentar al MIR como alternativa laboral)

* “Me gusta la ciudad / el entorno / la localización / el clima”: ese es otro motivo peregrino que puede condicionar donde nos formamos. El periodo de formación es de 4-5 años, y cada vez más nos tendremos que desplazar posteriormente a otros lugares, donde desarrollaremos nuestra profesión. Creo que este motivo debería tener muy poco peso en la decisión, pero suele ser uno de los más importantes para muchos.

* “Mis amigos/as han elegido ese hospital y yo también”: también puede influir en el proceso. Eso está bien cuando nos vamos a un campamento o decidimos las vacaciones, pero no debería tener peso en la elección de la plaza MIR.

Podría añadir un largo etcétera a esta lista, pero desde mi punto de vista, la elección de la plaza MIR no es algo baladí.

(continuará…)