- Especialista en glaucoma

Parece que por fin llega el verano y con él, los calores, el sol, las piscinas y las playas… vamos, lo normal en esta época del año. Tenemos la suerte de vivir en un país con un clima privilegiado, que nos permite pasar mucho tiempo en el exterior, y disfrutando del buen tiempo.

Ptatja Sant Joan Alacant – Oftalmología en Alicante

¿Cómo podemos cuidar nuestros ojos, también en verano?

1.- Piscinas y playas:

-. El agua del mar suele estar limpia y sólo puede producir irritación en los ojos por la sal, que en algunas personas con los ojos sensibles se manifiesta con lagrimeo, sensación de arenilla e intolerancia a la luz. Suele ser transitoria, y mejora con el uso de lágrimas artificiales.

-. En las piscinas, sin embargo, se emplean productos químicos para limpiar y desinfectar el agua (normalmente cloro), que producen una queratoconjuntivitis irritativa más intensa que la sal, llegando a producir en ocasiones pérdida de visión transitoria.

Las lágrimas artificiales en este caso pueden mejorar, pero puede ser necesario el uso de colirios antiinflamatorios para poder revertir la queratitis, curando sin secuelas.

Por otro lado, en las piscinas es posible contraer alguna infección ocular, si el agua no está tratada convenientemente. Suelen ser conjuntivitis bacterianas o víricas, que cursan con mucha irritación ocular y legañas, y que requieren el uso de colirios antibióticos.

El agua de las piscinas pueden producir problemas oculares

La mejor cura es la prevención, que se consigue fundamentalmente no abriendo los ojos debajo del agua, o bien protegiendo los ojos con unas gafas de bucear, y en los portadores de lentes de contacto, muy importante no utilizar lentillas nunca debajo del agua, ya que favorecen estas infecciones.

2.- Protégete del sol

Aunque el sol es fuente de vida, y es el mejor antidepresivo que existe, también es causa de quemaduras y de daños celulares permanentes por los rayos ultravioleta.

Protege tus ojos de los rayos del sol.

Esta radiación puede producir varios efectos adversos en nuestros ojos, fundamentalmente queratoconjuntivitis actínica (producida por los rayos ultravioleta, sobre todo en entornos con mucho sol y reflejos, como la playa o la nieve).

Los rayos ultravioleta también se han relacionado con la aparición precoz de enfermedades relacionadas con la edad, como las cataratas o la degeneración macular.

Es por ello que debemos utilizar unas gafas de sol adecuadas para cada entorno, homologadas, con los correspondientes filtros ultravioleta y que tengan una calidad adecuada. Su óptico le recomendará cuales son las mejores para la actividad que vaya a realizar (no confíe en las gafas compradas en tenderetes o de imitación). También son recomendables en niños.

Por último, mucha precaución al mirar directamente al sol (ni siquiera con gafas de sol), sobre todo si estamos observando un eclipse, ya que pueden producirse quemaduras solares sobre la retina, que dejan unas secuelas visuales permanentes.

Y a disfrutar del verano…. ¡Hasta el próximo post!