- Especialista en glaucoma

Una de las especialidades más arrinconadas con el nuevo plan docente en Medicina es la oftalmología, aunque esta ha sido la tónica habitual en los últimos años, y sigue perdiendo peso específico en la licenciatura (ahora grado) de medicina, y dependiendo de facultades, el número de créditos dedicados es de 3,5 a 4,5 (un cuatrimestre como mucho).

Facultad de Medicina de la UMH de Elche.

Las razones para esto son de lo más variopinto, pero podrían resumirse en una mayor expansión de las especialidades médicas y las quirúrgicas, junto con un detrimento en las medico-quirúrgicas, clásicamente la oftalmología, la dermatología y la ORL, como consecuencia de un reparto desigual del “poder” en las facultades de medicina. Todo ello lleva a un menor número de docentes en oftalmología, cuyo trabajo cada vez esta más cuestionado, menos valorado y peor retribuido.

A esto tenemos que añadir la “reconversión” de la diplomatura en óptica en grado. Podemos discutir hasta cansarnos si los ópticos (hoy en día optometristas) tienen la capacidad para diagnosticar, seguir y … ¿tratar? las patologías oculares, pero lo que no tiene parangón es que el número de horas lectivas y de prácticas relacionadas con patología ocular es muy superior al que reciben los actuales grados de medicina (47 créditos frente a 4,5)

Por lo tanto un optometrista tiene una formación en patología ocular muy superior a la de un médico. Para acceder entonces a una formación mayor en oftalmología, el médico debe presentarse al MIR y adjudicarse una de las plazas de formación de la especialidad, es entonces cuando el número de horas dedicadas se multiplica y durante 4 años el residente va a adquirir los conocimientos y habilidades necesarios para poder tratar las enfermedades oculares.

En ese caso… nos encontramos que existen “solapamientos” entre las atribuciones de los optometristas y de los oftalmólogos, aunque esto da para un nuevo post.

Aunque el sistema MIR tiene muchas bondades, uno de sus principales defectos es que una vez conseguida la plaza de formación, no hay un sistema homogéneo de evaluación de los conocimientos y habilidades obtenidos. Todo va a depender de la voluntad del residente y de sus tutores. Sería deseable que alguna organización (Universidad, OMC, Sociedad Científica) propusiera un sistema de evaluación para que todos los residentes acabaran con una cualificación (como ya ocurre en otros países de nuestro entorno). Mientras tanto, mi consejo para los futuros residentes es que al final de su formación deberían pasar el examen del Board Europeo, ya que es una buena excusa para estudiar todos los temas de la especialidad y una forma de abrirse un camino a futuros empleos o formaciones en el extranjero.

Hasta el próximo post…

@drbelda